Es uno de los más eclécticos músicos argentinos. Comenzó en los 60 incursionando en el ambiente del jazz en Buenos Aires. En el 70 funda la banda Alma y Vida -la formación cumplió medio siglo de vida en plena pandemia- y continúa activo en el ámbito del rock tocando en La banda Spinetta y luego en La Banda junto a Rubén Rada. En el 80 el Dúo Baraj-Barrueco con su innovadora propuesta tanguera. En el 85 el trío Vitale-Baraj-González. Es convocado por la compañía Tango x 2. A lo largo de su carrera graba y actúa con importantes solistas de nuestra escena como Sandro, Leonardo Favio, Charly García, Mercedes Sosa, Adriana Varela y Litto Nebbia, entre otros. Compone música para cine y en 2007 recibe el premio ACE por la mejor música original de teatro. En Marzo de 2020 editó su disco Bernardo Baraj Jazz Trío, grabado en la Cúpula del CCK en 2019 y que está disponible en plataformas digitales. El repertorio del disco está integrado por obras de John Coltrane, Thelonious Monk y hasta una particular versión de "Los ejes de mi carreta" de Atahualpa Yupanqui, entre otros destacados compositores.

-¿Qué le significa volver a tocar con público luego de meses tan extraños?
-Una gran alegría. El vínculo directo con el público es irremplazable. 

-¿Cómo integró su música a la de Alejandro Manzoni y cuál es el camino musical que se proponen?
-Alejandro es un músico extraordinario y un querido amigo. Formó parte de la última etapa de mi quinteto en los 90 y quedó ese testimonio en Milonga Borgeana, el tercer CD de aquel grupo. Estos antecedentes personales y musicales hacen que nuestro encuentro sea fácil y fluido.

-Su disco de jazz va de Coltrane y Thelonious Monk a Atahualpa Yupanqui ¿Se puede decir que la música es una sola?
-Más allá de las cuestiones de género la música debe tener la condición de llegarle a la audiencia, de ser así habremos logrado el cometido.

-En las últimas semanas generó polémica el documental Rompan Todo, producido por Gustavo Santaolalla ¿Pudo verlo? ¿Qué sintió al ver ahí reflejada parte de la historia del rock argentino, del que usted fue principal protagonista en sus inicios?
-La pregunta me califica como principal protagonista y me hago cargo. Dicho esto y corriendome de la cuestión personal la ausencia de Alma y Vida (banda castigada por la revista Pelo por no responder a los intereses comerciales de la misma) en la década del 70 es imperdonable, sobre todo teniendo en cuenta que el principal relator de la historia es Santaolalla (Arco Iris) con quienes compartimos infinidad de situaciones musicales y personales. Son muchas más las ausencias y algunas presencias son insufribles! Vi solo los tres primeros capítulos.  

-Entre otras músicas, dentro de su estilo ecléctico, llegó al tango ¿se puede confirmar eso que dicen, que el tango siempre espera? ¿qué le significa cantar tangos?
-Soy de una generación que se crió bajo el auge del tango, era el sonido de la ciudad de Buenos Aires, en las radios, los bailes y la calle, así que siempre estuvo en mi. Respecto de cantar tango es un lenguaje que me surge naturalmente y le suma a mi posibilidad expresiva la potencia de la palabra que es extraordinaria.

-Cada tanto, Alma y Vida da una sorpresa y reúne a sus integrantes en algún escenario ¿se les ocurre algo así para cuando la pandemia lo permita?
-El 20 de junio del 2020 Alma y Vida cumplió 50 años y la pandemia frustró la celebración. Por razones internas no creo que ese frustrado encuentro pueda ya realizarse.  

-Dice por ahí que existe otro mundo, pero habita en éste ¿Cómo es el mundo de Bernardo Baraj?
-Cargo con mis cruces con entereza, aprendí a hacerlo y estoy siempre atento a mis deseos para satisfacerlos y así sigo reinventándome sin prejuicios...y tengo amores!   

 
BERNARDO BARAJ-ALEJANDRO MANZONI DÚO
en el ciclo Bebop Sessions
Presentando standards de jazz
 
Sábado 16 de Enero, 18hs.
ALDO'S PALERMO
Arévalo 2032
(Únicamente con reserva previa)

Entrada $700.-(incluye una copa de espumante)
A la venta por vía telefónica 
4773-3739