Juan Fermín Ferraris, piano y voz de Cribas: "Nuestro rol es seguir haciendo lo que nos gusta y seguir creyendo en que el que busca encuentra"
04 de octubre de 2018

por Gustavo Grosso
Surgido en 2009 en la ciudad de La Plata, Cribas está integrado por Juan Fermín Ferraris en piano, voz y composición, Nicolás Padín en guitarra y coros, Federico Aguirre en acordeón y coros, Mariano Ferrari en contrabajo y coros, y Joaquín Mendy en batería y percusión. El carácter folklórico de sus composiciones deja ver una apuesta a la música popular latinoamericana, expresando un arriesgado y profundo tratamiento de los arreglos, influenciados por el folk, el jazz, el tango y la música contemporánea, y proponiendo una ruptura entre las barreras de lo popular y lo académico. Tras el lanzamiento de Las cosas y La hora diminuta, Cribas ha tenido una importante repercusión en Japón, siendo catalogados, en el año 2016 por la revista Latina de Tokio, como los continuadores de la estética de Aca Seca, Carlos Aguirre y Puente Celeste. Ese mismo año, la revista publicó New Composers Around de World – Folklore, Primitive, Song, Instrumental, Innovation, una sección en la que seleccionó a Cribas y a Juan Fermín Ferraris -compositor del grupo- junto a músicos del mundo como Mario Laginha, Verdan Ovsepian y Tigran Hamasyan, entre otros.
Juan Fermín Ferraris le contó a Quinto Elemento algo más acerca de la banda y de la presentación que se viene, donde acompañarán a la gran pianista, cantante y compositora japonesa Kotringo, en la ciudad de La Plata.
-En Cribas se cruzan el folklore con el jazz; el tango y la música contemporánea... ¿Cuál es la propuesta de la banda? ¿Cómo presentan el arte que generan?
-Cribas es una banda que hace canciones de autor, y que está conformada como un quinteto de formato acústico. Yo llevo a cabo la composición de las canciones, tarea que me involucra además de ser pianista y cantante, mientras que el trabajo de producción artística y de arreglos es realizado por todo el conjunto. Esto define un poco al grupo, y si bien a la hora de explicar lo que hacemos, nos resulta muy complejo no dejar afuera ninguna influencia, nos sentimos parte de esta época globalizada que estamos viviendo. A la vez que las canciones tienen en su origen un carácter folclórico, y que el ensamble parece estar más ligado al jazz y el tango, el tipo de trabajo sobre los arreglos y la instrumentación proponen una estética intimista y profunda que se ve más reflejada en el folk y la música contemporánea.
-Esa música ha logrado una importante repercusión en Japón, país que visitarán en poco tiempo ¿Cómo viven la previa a esta importante gira?
-Fue muy importante para nosotros tener una repercusión en Japón. Desde el primer momento en que enviamos una caja de discos, es que estamos más que ansiosos por viajar. Fue una sorpresa cuando nos pidieron el primer álbum, “La hora diminuta”. Cuando esto se repitió con el segundo disco “Las cosas”, empezamos a creer que había un público nuevo al que debíamos prestarle atención. Y si bien esto resulta crucial para la carrera del grupo, seguimos circulando nuestra música por los espacios logrados durante estos años, ya sea en La Plata, Capital Federal, como en el interior del país. De hecho, este año nos hemos llevado la sorpresa de tocar en ciudades como Rosario, Paraná, Concordia y sobre todo en Montevideo, y encontrarnos con un público muy interesado en nuestra música.
-Se viene una fecha junto a la pianista japonesa Kotringo ¿Cómo se dio éste vínculo y qué sabían de ella como artista?
-El vínculo con Kotringo no fue directo, sino que tuvo una serie de antecedentes. De hecho, el principio de nuestra relación con Japón se dio de una manera casi anecdótica. Resulta que durante un concierto de Cribas, nos encontramos con un japonés en el público. A los días nos escribe pidiéndonos una entrevista para una revista japonesa llamada Latina. A partir de esa nota no sólo hubo otras entrevistas, selecciones en catálogos y ventas de discos, sino que, en lo personal, me ofrecieron escribir mensualmente una columna para la revista. Eso me dio una comunicación fluida con los editores, con la particularidad de que uno de ellos se vino a vivir a Argentina y nos hicimos amigos. A partir de este encuentro con Hiro, fui conociendo la música de Kotringo, tanto como descubrí uno de sus sueños: traerla por primera vez a nuestro país. Kotringo todavía no tiene un reconocimiento amplio en nuestro país, pero sí su maestro Ryuichi Sakamoto. Debido a que es considerada su discípula, y que en sus últimos años, Luis Alberto Spinetta se declaraba admirador de su obra, la visita de Kotringo representa una novedad para la Argentina.
-Bien se podría decir que un aire spinetteano ronda la obra de Cribas ¿Qué representó para la música argentina la figura de Luis Alberto Spinetta?
-Pienso que Luis Alberto Spinetta ha sido un antes y después, no sólo para los músicos, sino también para la cultura argentina. En mi caso, como también lo hemos conversado con los integrantes de Cribas, la aparición de Luis en nuestra vida ha sido tan significativa que en un punto nos influenció a dedicarnos profesionalmente a la música. Realmente mi sueño era que él me escuche algún día y poder ser su tecladista. Y cuando hablo del fenómeno Spinetta como algo que excede lo musical, hablo de una generación que creció escuchando aquellos casettes de sus padres, que alguna vez intentó hablar como él, que usó sus metáforas, que probó componer canciones con acordes extraños. Y a pesar de que parezco ridiculizar ciertos clichés, y si bien estamos hablando de características propias de un tipo de lenguaje poético, musical y estético; en lo personal, la composición de canciones comenzó siendo un juego imitativo de aquello que él hacía y decía. Actualmente con Cribas estamos produciendo otro tipo de cosas, pero algo de Spinetta siempre va a estar en nuestra música.
-Se viven tiempos difíciles en lo social, en lo económico... ¿Cómo se paran desde su rol de artistas frente al tiempo que atraviesa al país?
-La verdad que es una pregunta que nos hacemos a diario. Nosotros lo vivimos como realmente sucede, no hay vuelta que darle. Cuando hay recorte, una de las primeras cosas que se tocan son el arte, la cultura y la educación. Dentro de esas tres estructuras nos movemos nosotros como músicos. Todos nacimos a inicios de los noventa y sabemos de qué se trata, sin embargo esta vez nos agarra enfrentando un proyecto de vida profesional. Todos nos dedicamos a tocar, enseñar y producir. No cabe duda que en algunos momentos no sabemos dónde estamos parados. Sin embargo, cuando miramos el trabajo que venimos haciendo con el quinteto y las puertas que se han abierto desde entonces, nos sentimos muy a gusto. Este es realmente nuestro rol, seguir haciendo lo que nos gusta y seguir creyendo en que el que busca encuentra.
CRIBAS
VIERNES 26 DE OCTUBRE
20 horas en Auditorio Centro de Arte Universidad Nacional de La Plata
Edificio Karakachoff
Calle 48 (entre 6 y 7) número 575, La Plata
ENTRADA LIBRE Y GRATUITA, por orden de llegada, capacidad limitada