Quinto Elemento

En octubre, Julio Pane y Hugo Rivas grabarán su primer disco juntos


27 de septiembre de 2022

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En octubre, Julio Pane y Hugo Rivas grabarán su primer disco juntos
Jueves 6, 13 y 20 de octubre y 3 de noviembre 21 hs
Maipú 365
Entradas Anticipadas: $ 2000
https://www.passline.com/eventos/julio-pane-y-hugo-rivas-en-concierto?fbclid=IwAR1hg3_UcxBfr3yiVPnv-IegluWiTLaq352L5vTk2IpuFEnIAa0NY2mM81o

Julio Pane y Hugo Rivas se reencontrarán sobre el escenario en un ciclo de conciertos donde interpretarán tangos de la guardia vieja y clásicos de Maffia, De Caro y Aníbal Troilo en el legendario Marabú, donde debutara el propio Pichuco en 1937. Serán los jueves 6, 13 y 20 de octubre y 3 de noviembre a las 21 hs en Maipú 365.
En estos cuatro conciertos los maestros Pane y Rivas grabarán el primer disco del dúo, será un registro en vivo del mágico diálogo entre fueye y guitarra. Luego de años de presentarse en vivo juntos y de colaborar en trabajos discográficos de cada uno, concretarán el primer trabajo discográfico en conjunto. Un registro que, sin dudas, irá directo a formar parte de las obras fundamentales del tango.
Este ciclo de conciertos es una oportunidad única para ser testigos y partícipes de un momento único del presente y la futura historia del tango.

 Música, juntos en el disco de Hugo Rivas editado en 2013
“Tango en las veredas”
https://www.youtube.com/watch?v=plQj1C4Di1s

“Un tango para Adolfo”
https://open.spotify.com/track/4ddVYmBTNNWhOcefoLABvM?si=uQCzLTAHQzOHdrQvj1sseA&context=spotify%3Aalbum%3A2CEl76S5j59myizhgcn0Y0

Julio Pane nació en Buenos Aires en 1947. Es uno de los más grandes referentes del bandoneón. Hijo y sobrino de bandoneonistas, comenzó sus estudios en 1964 con Julio Ahumada, maestro con quien tocó hasta 1968, cuando ingresó a El Viejo Almacén. Un año más tarde, pasó a Caño 14 y desde aquel momento su nombre estuvo asociado a muchas de las principales orquestas del género: Horacio Salgán, Mario Enrique Francini, Osvaldo Manzi, Armando Pontier, Atilio Stampone, Héctor Stamponi, Miguel Caló, José Basso, Leopoldo Federico, Osvaldo Tarantino, el Sexteto de Astor Piazzolla, entre otros. En 1983 se convirtió en el primer bandoneón solista de la Orquesta del Tango de Buenos Aires, dirigida por Raúl Garello y Carlos García.
En 1989, tras 30 años sin incluir un segundo bandoneón en sus formaciones, Astor Piazzolla lo convocó para integrar su sexteto. Junto a él, Pane grabó el primer disco en vivo del grupo en 1989 y participó de la gira por Canadá y Estados Unidos.
A su carrera de intérprete, compositor y arreglador, se suma también el rol de maestro: muchos de los bandoneonistas consagrados del mundo estudiaron con él: Marcelo Nisinman, Héctor Del Curto, Pablo Mainetti, Gustavo Toker, Carlos Corrales, Marcelo Mercadante, Mariano Cigna, Camilo Ferrero y Leandro Pane, entre otros.
Es considerado un artista de culto. Durante años se ha presentado cada domingo en el  Bar Miramar, ofreciendo recitales de solos de bandoneón. En 2007 presentó su primer CD de bandoneón solo. En agosto de 2015 debutó con su propia Orquesta Típica. Es uno de los maestros invitados al Stowe Tango Music Festival, el festival de Tango más importante de los Estados Unidos.

Hugo Rivas es un consagrado guitarrista argentino nacido en 1974. Su comienzo en la guitarra fue a los 8 años junto a “Los hermanos Rivas”, dúo integrado por su padre Osvaldo y su tío Néstor. Con ellos transitó los más variados escenarios interpretando música instrumental y acompañando a grandes cantantes como Angel “Paya” Díaz, Hugo Marcel, entre otros.
Tiene 10 discos editados y compartió escenario en dúo con Rubén Juárez, Dino Saluzzi, Néstor Marconi, Juanjo Domíguez.  Como director y arreglador musical, grabó dos discos con Argentino Ledesma y uno con Luis Aguilé.
En el año 2009 junto al maestro Leopoldo Federico grabó el disco “Sentido unico”, ganador del Premio Gardel y nominado a los Premios Grammy como mejor álbum orquesta de tango. También tocó en el Teatro Colón con Leopoldo Federico y su conjunto de guitarras.
En 2010 fue invitado a integrar el Quinteto Real dirigido por César Salgán, participando junto a los maestros Horacio Salgán y Leopoldo Federico. Desde 2012 viene participando regularmente de los Festivales “Internacional de Tango de Buenos Aires” y “Guitarras del Mundo”.
En 2015 recibió el Premio Estrella de Mar. En diciembre de 2016 presentó por primera vez su orquesta de guitarras en la sala sinfónica del CCK. En 2017 junto a Julio Pane realizó una exitosa gira por Colombia que incluyó clases magistrales y conciertos.

Marabú
Hubo una Buenos Aires de subsuelos fantásticos, la música brotaba de abajo de la tierra y la cultura tanguera crecía desde las entrañas de la ciudad. El Marabú es uno de esos espacios: fundado en 1935, fue salvado del olvido y, luego de una meticulosa restauración, luce como en sus años de gloria.
Por ese salón, uno de los principales de la ciudad, pasaron las grandes orquestas y se respiraba la bohemia tanguera. Allí debutó Aníbal Troilo con su orquesta y el cantor Francisco Fiorentino el 1° de julio de 1937, también lo hizo Rodolfo Biagi un año después. Su escenario recibió a la agrupación de Carlos Di Sarli y también ahí cantó por primera vez Roberto Rufino, que iba a registrar grabaciones antológicas junto al maestro de Bahía Blanca. Las Orquestas de Alfredo de Ángelis y de Osvaldo Pugliese también dejaron su impronta en este salón. Entre las mesas del Marabú José María Contursi escuchó la historia que le inspiraría el tango “Como dos extraños” y allí se conocieron Enrique Santos Discépolo y Mariano Mores, que iban a dejar para la posteridad los tangos “Uno”, “Cafetín de Buenos Aires” y “Sin palabras”. Toda esa mística de la década del 40 podrá ser visitada y vivida a partir del próximo 11 de diciembre.
Desde el año 2017, el lugar comenzó a tener actividades gracias al compromiso de The Argentine Tango Society, que salvó al lugar del remate y lo abrió para el desarrollo de milongas. Hoy, la fundación liderada por Joe Fish, dio un paso más: restauró el lugar al detalle hasta con el imponente vitreaux que se ubica sobre la pista.
El Marabú fue protagonista de una Buenos Aires donde los cabarets eran usinas de música, de poesía, de danza, de cultura popular. Junto a los desaparecidos Chantecler, Armenonville, Tibidabo y tantos otros, el subsuelo de Maipú 365 brilló en la década del 40 con sus artistas y habitués. Hoy es el único que queda en pie, testigo de una ciudad que ha cambiado sus hábitos y su ritmo, pero donde el tango vuelve a nacer cada día. Listo para volver a recibir amantes de la milonga, cantoras, cantores, orquestas y todo aquel que quiera espiar este fascinante mundo y, por qué no, dejarse llevar.

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